Juego de Tronos vs. Perdidos - George R.R. Martin vs. Damon Lindelof

Con esto de las discusiones cibernéticas, muchas veces lo mejor, es tomárselo con humor y coger un cuenco con palomitas, para acto seguido, disponerse a reir con la interlocución de los contendientes.

La última ha sido entre George R.R. Martin, es un escritor de fantasía, famoso por ser el autor de la saga Canción de Hielo y Fuego, cuya primera novela, Juego de Tronos, ha sido adaptada en formato serie de TV, por la prestigiosa HBO.

Del otro lado del cuadrilatero, a la derecha de la foto, encontramos a Damon Lindelof, más conocido en este blog, por ser uno de los responsables de la serie fluzeante Perdidos.

George R.R. Martin comenzó el tema, soltando en publico sus temores a no saber acabar la saga literaria de una manera que no decepcionara a los fans, como así ocurrió con muchos fans de Perdidos:

Quiero darles a los fans algo increíble. Pero, ¿qué pasa si la cago completamente al final? ¿Y si hago un Perdidos? Entonces vendrían a por mi con horcas y antorchas.

Y claro, Damon Lindelof ha respondido, con insultos incluidos, según él, no tanto por la opinión que tenga George R.R. Martin de la serie Perdidos, sino por calificar como "hacer un Perdidos" el "joder un final".

Si a alguien le interesa mi opinión sobre el asunto (ya me extraña), pienso que Damon Lindelof ha reaccionado de una manera un poco llorica. Como se suele decir en las redes sociales: Alguien necesita una Buaaambulancia. Por otro lado no coincido con la apreciación de George R.R. Martin. A mi no me decepcionó el final, en cambio, sí que me decepcionó que se abrieran tramas sin sentido, y que luego quedaran olvidadas... o que se incluyeran MacGuffins como los números chungos.

Pero, lo que es el Final, a mi me gustó. Al menos, a mi me sirvió para entender que Perdidos no era sobre unos personajes que se perdían en una Isla, sino sobre unas personas que estaban perdidas con sus vidas, y fue en una Isla llena de magia donde encontraron sentido a sus caminos vitales. Pero ya sabéis, las opiniones son como los culos.

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