El tema es que Halcyon ha presentado dos demandas por 30 millones de dólares cada una: la primera contra Pacificor y la segunda contra un empleado en concreto de esta compañía. La historia nace en abril de 2007, Pacificor dio un crédito de 30 millones a Halcyon para que esta pudiera adquirir los derechos de Terminator. En diciembre de ese año Pacificor dio 5 millones adicionales a Dominion Group, una segunda compañía propiedad de Anderson y Kubicek. Pacificor puso una demanda contra Dominion Group por esos 5 millones y Anderson y Kubicek dicen no saber nada de ese dinero. Ahora los propietarios de Halcyion demandan a Pacificor por entender que la compañía pretende hacerse con los derechos de la franquicia mediante una vía legal. La segunda demanda es por fraude contra el vicepresidente de Pacificor, un tal Kurt Benjamin, al ocultar a Anderson y Kubicek que trabajaba para esta compañía cuando negociaron el precio de la ayuda. Se supone que jugaba con ventaja y pudo inflar el precio del préstamo.
La queja también alega, entre otras cosas, que Benjamin chantajeo a Halcyon por obligar a la empresa a pagar sobornos para cerrar sus préstamos, que Andrew Mitchell, CEO de Pacificor, exigió un sueldo de 250.000 dólares por estár en la directiva de Halcyon y que junto al otro productor de Terminator Salvation (2009), Moritz Borman, sobrepresupuestaron la película para cubrir otros préstamos. Todo este lío implica que Derek Anderson y Victor Kubicek no pueden pedir dinero para poder definir la producción de Terminator 5. A todo esto debemos sumar que la empresa T. Asset Acquisition – la subsidiario de Halcyon que tiene los derechos reales sobre Terminator – ha presentado un informe de quiebra. El informe fue publicado un día después de las demandas presentadas por Halcyon. Todo hace pensar que The Halcyon Company lo tendrá muy crudo para retener los derechos sobre la franquicia.
Menea este artículo
No hay comentarios:
Publicar un comentario