Miras con atención los expositores de discos. Lo que contemplas sólo se puede expresar con una palabra: estupefacción. Al principio piensas que has retrocedido al pasado (Manolo Escobar, El Dúo Dinámico…), pero no: estás ante una ventana espaciotemporal. Allí hay un CD de Marisol al lado de otro de Eminem, Los Pecos con Amy Winehouse… Y no acaba ahí la cosa. Si te entretienes un rato girando los expositores encontrarás todos los grandes éxitos del verano presentes, pasados y futuros… el disco póstumo de Paris Hilton o un CD de Georgie Dann (”La Medallita”) dedicado a las Olimpiadas de Seseña-2037… Todo es posible.
Extracto de un genial relato respecto a singularidades espacio-temporales de nuestras estaciones de servicio que viene bien ahora para estos periodos vacacionales. Lee el relato completo en Halón Disparado.
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