De repente, Fringe cambió, se empezó a gustar a sí misma y desde entonces no ha parado de regalar alegrías. Es como si fuera otra serie, manteniendo lo mejor del principio pero mejorando en todo lo demás. Por eso mismo, y aprovechando que su primera temporada está en la recta final, creo que es buen momento para dar 10 razones para verla.
PD: En la foto, Peter Bishop hace el saludo típico de Star Trek (también de J.J. Abrams) que se estrenó el pasado viernes.
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